domingo, 5 de julio de 2015

DESPATRIARCALIACION

INTRODUCCION

En el proceso de cambio que vive Bolivia, conjuntamente con las luchas de las organizaciones sociales, de mujeres y el conjunto de los excluidos, por la distribución equitativa y justa del producto social y la plena vigencia de los derechos de mujeres y hombres, la esperanza de Vivir Bien se ha convertido en una bandera política y horizonte de las transformaciones que soñamos.

Esta esperanza nos interpela a contribuir en la redefinición de los modelos de distribución y redistribución de la riqueza y los ingresos, cambiando los patrones de discriminación por condición de raza, género y clase, presentes en ellos y que han generado y reforzado la desigualdad, exclusión, discriminación, explotación y subordinación de las mujeres de las grandes mayorías nacionales.

DESARROLLO

Uno de los mayores desafíos en el proceso de cambio es el diseño del nuevo Estado y sociedad en el marco de la Constitución Política del Estado, CPE. En la CPE y la Ley Marco de Autonomías, se ha constitucional que dan cuenta de la voluntad política de avanzar en el ejercicio de derechos, sin embargo, es también evidente que más de 500 años de colonización han contribuido a asentar e institucionalizar, tanto en el aparato estatal, como en la sociedad en su conjunto, prácticas patriarcales que han desdibujado la relación entre hombres y mujeres, sometiendo a estas últimas a situaciones de discriminación y exclusión que se acentúan en relación a las mujeres indígenas. En este proceso, las políticas y presupuestos públicos han contribuido a sostener y reproducir las desigualdades y opresiones de clase, étnica y género, por lo que resulta fundamental generar espacios de diálogo y encuentro para la construcción y profundización de conceptos, paradigmas y nuevas formas de ejercicio de la gestión pública. Orientados al conjunto de las y los servidores públicos, para transformar las estructuras desde adentro del aparato estatal y avanzar hacia la consolidación del Estado Plurinacional descolonizado y despatriarcalizado, generando procesos de reflexión, tanto teóricos como prácticos.

La colonización se caracteriza por una profunda intolerancia, prejuicios étnicos, sociales (es decir racismo) de los grupos de poder hacia la población indígena. La colonización fue presentada como una relación entre el civilizado blanco/europeo y el bárbaro-indígena, el colonizado. Esta relación fue siempre violenta: imposición política, impuesta a través de la fuerza, e imposición económica a través de la explotación. Ambas se articulan con la colonización mental, que es la base para consolidar las formas de colonización. Los medios de colonización son la invasión, las armas, la religión, la educación, la ciencia, el arte, la medicina y el racismo como instrumento de producción y reproducción de jerarquías, de opresión y explotación. La colonización es fruto de la primera fase de internacionalización del capital y del proceso de acumulación originaria del capital que fue la base de la riqueza de los países del norte a costa de la explotación de los recursos naturales y humanos de las colonias.

Hoy por hoy, la descolonización en Latinoamérica significa iniciar la tarea de despegarse de las formas europeas y norteamericanas del conocimiento presentadas como las únicas y más bien iniciar un proceso de pensar haciendo, recuperando y revalorizando otras formas de conocer y ver la realidad que han sido desarrolladas por los pueblos del tercer y cuarto mundo (aymaras, guaraníes, aztecas, etc.), mismas que han sido ocultas/negadas y desvalorizadas permanentemente por una forma de pensar y conocer que se constituyó en dominante y discriminadora.

CONCLUSION

Descolonizar el concepto de género significa aplicarlo como categoría de análisis a las relaciones que se dan aquí y ahora entre mujeres y hombres. Por una parte, significa ubicarlo geográfica y culturalmente en las relaciones de poder internacionales, entre un norte rico y neocolonial y un sur empobrecido y neocolonizado, para denunciar que la situación que viven las mujeres en este hemisferio se deriva de las relaciones desiguales entre norte y sur. Por otra parte, significa reconocer que las relaciones injustas entre hombres y mujeres que verificamos aquí y ahora, no son sólo herencia colonial, también se dieron antes, en las culturas originarias; en este sentido, descolonizar el género significa recuperar la memoria larga de las luchas de las mujeres contra un patriarcado que se instauró aún antes de la invasión colonial; en consecuencia, igualmente se debe denunciar la existencia de un patriarcado y un machismo boliviano, indígena y popular, con rasgos propios y particulares.

BIBLIOGRAFIA


CURSO DESPATRIARCALIZACION, DESCOLONIZACION, POLÍTICAS Y PSG, Escuela de Gestion Publica, Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Pag. 20, 2012

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