miércoles, 24 de junio de 2015



Nueva agenda de género en Chile
El esfuerzo para lograr la igualdad entre hombres y mujeres se ha debilitado desde 2010. El año pasado Chile retrocedió del lugar 46 al 87 en el índice de igualdad de género que elabora el Foro Económico Mundial. Si bien la participación laboral femenina se acerca al 50%, esta cifra se concentra en la población de mayores recursos, y no ha traído aparejada una redistribución de las responsabilidades domésticas y familiares, por lo que la carga global de trabajo de las mujeres sigue siendo superior a la de los hombres.

Los salarios de las mujeres son menores en promedio a los que reciben los hombres por el mismo tipo de trabajo. En la política la situación no es mejor: hay menos mujeres en cargos de poder en el gobierno y en cargos de representación popular. En las elecciones municipales de 2012 se presentaron menos candidatas que en los comicios de 2008 y el promedio de parlamentarias llega al 13%, contra el 21% de los Congresos de América Latina.

La expresión más cruda de la discriminación es la violencia de género, una de cada tres mujeres ha vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas o ex parejas.

Esta realidad impone la necesidad de una Nueva Agenda de Género basada en los derechos, igualdad y autonomía de las mujeres, impulsada por una institucionalidad renovada y de mayor rango. Dentro de los primeros 100 días de Gobierno enviaremos al Congreso el proyecto de ley que crea el Ministerio de la Mujer, buscando situar la igualdad entre mujeres y hombres al más alto nivel en la agenda política. Junto con ello, reinstalaremos el Consejo de Ministros para la Igualdad de Oportunidades y fortaleceremos su funcionamiento, generando una instancia permanente de asesoría técnica. 

El despliegue de esta agenda será transversal, se vinculará estrechamente con las principales políticas públicas que se impulsarán. Así, el enfoque de género estará presente, entre otras áreas, en el diseño en las reformas educacional, el sistema electoral, las políticas laborales y la Nueva Constitución Política. Similar visión existirá en el Sistema Nacional de Inversiones, en el diseño del sistema nacional de cuidado y en la reforma al régimen de salas cunas para hijos e hijas de trabajadores, que asegurará la no discriminación de las trabajadoras e incluirá la corresponsabilidad en la crianza.

DESARROLLO

Para el propósito el gobierno chileno desea impulsar un diseño e implementación del Sistema Nacional de Cuidado, que se hará cargo de dos problemas centrales. Por un lado, de la concentración tradicional de las múltiples tareas de cuidado en las mujeres, situación incompatible con su creciente participación en el trabajo remunerado. Por el otro, de una oferta insuficiente y dispersa de servicios de cuidado públicos, subsidiados o privados con grandes diferencias de calidad según la capacidad económica de las familias. En un país que envejece, el cuidado, tanto de personas mayores como de enfermos postrados, discapacitados y de niñas y niños, pasa a ser un tema prioritario para el Estado y la sociedad. 

También promoverá políticas destinadas a reforzar la autonomía de las mujeres. Esto incluye una ley de derechos sexuales y reproductivos acorde a las realidades y opciones de las personas; educación sexual laica y humanista en los colegios; acceso a servicios de salud sexual y reproductiva; disponibilidad efectiva de métodos anticonceptivos, incluyendo la anticoncepción de emergencia; y despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de peligro de la vida de la madre, violación o inviabilidad del feto. 

También se piensa en reforzar las políticas de prevención de la violencia de género, duplicando las actuales Casas de Acogida y aumentando los centros de la mujer en las comunas con mayores índices de violencia. Se creará un registro único de casos de violencia contra las mujeres y de femicidio y avanzaremos en la especialización de fiscales y jueces. También se ampliará el concepto de acoso sexual al ámbito educacional. Se modificara la actual Ley de Violencia Intrafamiliar incorporando todo tipo de violencia de género, no sólo aquella que se vive dentro de las familias o entre cónyuges. 

Se fortalecerá la fiscalización de las normas existentes contra la discriminación de género en materia laboral, modificaremos la ley de igualdad de remuneraciones para hacerla efectiva, se suprimirá las normas que impidan autonomía real de las mujeres en relación a sus derechos patrimoniales y se promoverá la ley de reforma a la sociedad conyugal, actualmente aprobada en la Cámara de Diputados. 

Son esta medidas gubernamentales las que intentan frenar la violencia de genero en Chile y de las cuales algunas muchas deberán ser copiadas en el país como en toda Latinoamérica con la intención fomentar la participación equilibrada de mujeres y hombres.

CONCLUSIONES

Crearemos un programa integral de Calidad de Vida y Auto cuidado de las mujeres que considere mayor prontitud en el acceso y mejor accesibilidad a la atención preventiva en salud física y mental, programas recreativos, de auto cuidado, cultura y deportes en las comunas. También en el ámbito de la calidad de vida, promoveremos en la actual normativa de vivienda mecanismos que faciliten el acceso igualitario de hombres y mujeres a los subsidios públicos.

BIBLIOGRAFIA

SERNAM (2015). Servicio Nacional de la Mujer, Organismo que promueve la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. República de Chile


IGUALDAD DE MUJERES Y HOMBRES EN EL EMPLEO
INTRODUCCION
El último medio siglo ha sido un período de amplias mejoras en los derechos de las mujeres en Latinoamérica, aunque los avances son dispares y todavía hay mucho por hacer. La región sin embargo, se ubica entre las que lograron reducir en un 50% las restricciones legales para acceder a derechos de propiedad o emprender actos legales.
En todo el mundo, las mujeres realizan el 66% del trabajo, producen el 50% de los alimentos, pero reciben a cambio solo el 10% de los ingresos y poseen solo el 1% de las propiedades. Así lo asegura el informe "Mujer, empresa y derecho" elaborado por el Banco Mundial (BM) y publicado esta semana, en el que se midió la diferenciación entre mujeres y hombres establecida por las leyes, las regulaciones y las instituciones de los distintos países y que repercuten en los incentivos de la mujer para trabajar o para constituir y administrar su propia empresa.
El informe del BM analiza las diferencias legales basadas en el género observadas en 143 economías bajo seis distintos aspectos: el acceso a las instituciones, el uso de la propiedad, la búsqueda de empleo, el manejo de los impuestos, la capacidad crediticia y la presencia en los tribunales.
DESARROLLO
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, se expresó ante los medios en la misma sintonía: "El ideal de igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades económicas no representa sólo una política social acertada, sino también una política económica inteligente". Sin embargo, Kim aclaró que aún "hay mucho por hacer".
Sin embargo y a pesar de las cuentas pendientes, existe un amplio consenso en torno a la necesidad de incorporar a la mujer al mercado de trabajo bajo las mismas condiciones que los hombres. "Hay un reconocimiento generalizado de que el empoderamiento económico de la mujer es crucial para la competitividad y la prosperidad", aseguró Augusto López Claros, director de Indicadores y Análisis Mundiales del Grupo del Banco Mundial a la prensa.
Por otra parte, el informe también se ocupó de la recopilación de datos sobre la existencia y el alcance de leyes vinculadas a dos formas de violencia contra la mujer: el acoso sexual y la violencia doméstica.
Infobae habló con el equipo del Banco Mundial encargado de la elaboración del informe, que detalló que son doce los países de Latinoamérica que poseen leyes que contemplan los abusos hacia las mujeres en sentido amplio: físico, emocional, sexual y psicológico. Estos son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela
CONCLUSION
A pesar de estos grandes avances en materia de paridad de los géneros, existen todavía restricciones legales que impiden a las mujeres desarrollar plenamente su potencial económico. En Chile por ejemplo, el Código Civil establece por default un régimen de bienes gananciales que concede a los esposos derechos administrativos sobre la propiedad de las esposas.
En la mitad de las economías medidas por el informe, las mujeres están restringidas para desarrollar los mismos empleos que los hombres. Por ejemplo en Ecuador, las mujeres no pueden trabajar en minas ni en ningún otro empleo que requiera el empleo de la fuerza.
Es por ello, que como sociedad (opinión propia) se deberá medir los parámetros, hasta qué punto se debe aplicar la igualdad de género considerando la  naturaleza humana.
BIBLIOGRAFIA
Coordinadora de la Mujer. (2011). Compilación de Instrumentos Legales de Protección de los Derechos de las Mujeres. Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la mujer.

Revista social INFOBAE. (2013) Igualdad de género, una materia que mejora en América Latina, Buenos Aires – Argentina

Banco Mundial, (2014) "Mujer, empresa y derecho"



INTERCULTURALIDAD COMO CATEGORÍAS CULTURALES
Introducción
La cultura se construye compartiendo significados, que son los que dan sentido a nuestra visión del mundo y nos hacen tener unos u otros comportamiento. Por tanto, la cultura nunca está acabada porque constantemente estamos compartiendo significados como resultado de nuevas perspectivas del mundo cambiante que nos rodea. La cultura es, pues, un constructo en permanente cambio. Y, en este sentido, parece obvio deducir que todos construimos nuestra propia cultura e identidad mediante el encuentro con los demás. Por tanto, las diferencias culturales no serian un hecho extraordinario, sino algo tremendamente normal, y aquí puede estar la base de la educación intercultural. A partir de ahí la educación debe trabajar para proporcionar en el encuentro intercultural. Si algo tan normal no se entiende con normalidad es porque estamos hablando a partir de presupuestos ideológicos que siempre nos acompañan, y que es, a veces, el componente más determinante de la cultura que compartimos, al menos en lo que se refiere a la evaluación de lo diferente.
Vivimos la cultura como guía de la experiencia, como vehículo que nos permite ir abriéndonos camino en las diferentes situaciones sociales, al proporcionarnos el sentido y la dirección de estas. Igualmente, la cultura nos pone límites a los que podemos y no podemos hacer, y lo mismo nos vale para adaptarnos y transformar los espacios naturales y convertirlos en lugares de convivencia. Todo ello puede conseguirlo el ser humano desde sus referentes axiológicos y culturales. Es decir, vivimos y respondemos a la vida culturalmente, pero lo hacemos compartiéndolo con otros, y esta es la clave de la cuestión: construimos nuestros espacios físicos y normativos compartiéndolos con los demás. (Alfonso García Martínez, 2007, pp. 22-23)
Desarrollo
La complejidad es algo sustancial a la persona y a la sociedad, es por eso que se entiende que las culturas son fenómenos culturales y pluriformes que se producen como procesos continuados de creación y recreación colectiva.
En este sentido, Alain Touranie (1997, p270) indica: convivir y trabajar de manera conjunta, al tiempo que mantengamos nuestras identidades y diferencias culturales es la clave de un sociedad intercultural, y es base para la construcción de la democracia, pero esta opción puede estar en peligro por los vicios culturales negativos.
Por otra parte, el ser humano se enfrentan a las situaciones socio-naturales desde tres ópticas o dimensiones: cognotiva, afectiva y moral-ética. Desde estas tres dimensiones puede explicarse el comportamiento humano. Entonces, si esto es así, parece lógico que, si queremos establecer alguna planilla – guía para intentar estudiar culturas diferentes, debemos tener muy en cuenta estas dimensiones, que se traducirán en ámbitos concretos.
Conclusiones
Hoy en día es muy importante tener claro el concepto de interculturalidad, ya que es una realidad que nos toca vivir en la sociedad actual. Por ello es muy importante inculcar valores y conocimientos sobre este tema a los niños principalmente en busca de un impacto en la nueva generación, para que respeten y valoren a la gente con la que conviven, apreciando las costumbres que difieren con las suyas propias.
Con este documento científico se pretende que los lectores conozcan las características más significativas de varias culturas, para que tengan los conocimientos suficientes que les permitan apreciar y valorar esas diferencias existentes entre las diversas culturas.
Además, también se fomentará el compañerismo y la colaboración en grupo, valorando las opiniones de los demás a través del trabajo en equipo.
Bibliografía
Aranda, P. (2013). Grupo de Aprendizaje Cooperativo como revitalización del ayllu andino. Interculturalidad y educación superior. Desafíos de la diversidad para un cambio educativo. Buenos Aires, Argentina: Editorial Biblos.

Alfonso García Martínez, Andrés Escarbajal Frutos, Andrés Escarbajal de Haro (2007). La interculturalidad, desafío para la educación. Madrid, España: Editorial DYKINSON SL. Mendez Valdez, 61 - 28015